Porque el glorioso “momento desahucios”, y el decreto que lo regula, pasará a los
anales de la historia como un parche. Una medida
fachada que intentó maquillar el vergonzoso espectáculo de la policía
sacando de sus casas a familias asfixiadas económicamente, de deudores a bancos
trasladados al tanatorio después de tirarse por una ventana por que no podían
hacer frente a las cuotas o de centenares de personas pidiendo en la calle porque el banco les ha sacado de sus pisos.
Porque no se pueden establecer y aplicar baremos, como los
siguientes, de un día para otro y sólo consultando a los bancos (parte
interesada) y a la oposición (totalmente avergonzada de su anterior gestión del
problema):
- Extrema necesidad.
Toda necesidad es extrema para el que la tiene tanto si está dentro de unos
parámetros previamente fijados como si se está fuera por cualquier
circunstancia. La necesidad en su grado superlativo es afixiante, paralizante y
dramática.
- Familias de buena fe.
(Según el ministro De Guindos) Lo de familias está más claro, pero lo de
“buena” y “fe”, resulta mucho más opaco. Por que, vamos a ver, buena, buena, lo
que se dice buena, sólo es la fe para los que creen en lo inmaterial, en lo
intangible, en lo inexplicable…entonces el resto que nos aferramos a lo que se
puede agarrar ¿no tenemos derecho a beneficiarnos de las últimas ocurrencias
del gobierno?. Habrá que encontrar un medidor de “buena fe” que además cuente
con las excepciones.
- Todos los miembros
de la familia en paro y sin prestación alguna. Algo bastante probable de
aquí a medio año, puesto que al ritmo que va el gobierno en destrucción de
puestos de trabajo será el requisito más fácil de cumplir. Pero ante esta
situación la desesperación es tal que cuando lleguen las moratorias de dos
años, los componentes de la familia beneficiaria estarán momificados y sentados
a una mesa vacía rodeados de hielo por que no han podido encender la
calefacción, ni comprar comida o medicinas por que: TODOS ESTABAN EN PARO Y SIN
PRESTACIÓN ALGUNA.
- Familias numerosas de
cinco miembros. ¿Porqué las de cuatro o las de tres, pero sin ingresos, de
buena fe o en paro, no se pueden beneficiar de ninguna moratoria?. No se lo
merecen por no “crecer y multiplicarse” como Dios manda.
Esta medida, este decreto resultan extremadamente
innecesarios por extremadamente inútiles.
¿Dónde están los estudios serios que avalan el
establecimiento de las condiciones?.
¿Dónde se encuentran los datos fiables no bancarios, relativos
a cuántas familias se encuentran en esta situación?
¿Dónde aparecen reflejadas las alternativas aportadas por
los colectivos afectados?
Necesitamos un gobierno que de soluciones a los problemas de
los ciudadanos, que se implique por los gobernados. Que se reúna, que
trasnoche, que emborrone hojas, que rompa planes, que tache y rectifique, que
presente proyectos y luego los mejore, que amplíe posibilidades y que por fin CUMPLA EXPECTATIVAS y QUE SE PARTA EL PECHO POR LOS GOBERNADOS.
No necesitamos un gobierno que nos explique lo que no va a
hacer, lo que dejará de hacer y lo que no puede hacer.