Esta antigua frase, resulta
que está otra vez tan de moda como la barba de leñador o las gafas de pasta.
Y todo por que el 33% de los jóvenes españoles entre 15 y 29 años considera "inevitable" o "aceptable",
controlar los horarios
de su pareja, impedir que vea a su familia o sus
amistades, no permitir que estudie o trabaje o decirle lo que puede y no
puede hacer.
¿Inevitable?, ¿aceptable?; inevitable es que entre 15 y 29 años tengas
una relación con personas que desean tenerla a su vez contigo y conozcas y te
relaciones con sus familiares y amigos y amigas, aceptable es que decidas
compartir tu tiempo y horarios con esa persona y los cuadres con sus horarios
de trabajo o estudio.
Todo lo demás se puede evitar y no se tiene por que aceptar.
Me llama la atención de este estudio, no solo los resultados que son
francamente llamativos, sino todo lo que no muestra y se puede deducir, como
por ejemplo:
-
Que mensajes se emiten desde la propia familia
de los encuestados para normalizar estos comportamientos.
-
Que mensajes se transmiten desde los medios de
comunicación para normalizar este comportamiento.
-
En que mensajes se está educando desde los
centros escolares para que se asuma y normalice este comportamiento.
Si en casa continúa la madre y con “la pata quebrá”, si en los medios de
comunicación y anuncios las mujeres aparecen como meros floreros o como carne
desnuda que se reboza por el suelo y en la escuela todo aquel que no juegue al
fútbol en el recreo o se dedique a pelearse es una “nenaza”, no podemos
quejarnos de los resultados del estudio del Centro de Investigaciones
Sociológicas para la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.
Lo digo alto y claro NO ESTAMOS NI DE
LEJOS EN EL CAMINO DE LA IGUALDAD.
Y a pesar de que mi alegría es inmensa por
el triunfo electoral en Grecia, no me gusta que en su gobierno no se encuentre
ni una mujer en la primera línea, por el mensaje que se emite de forma
inconsciente a las mujeres, a las jóvenes y a las niñas, por que la visibilidad
es un elemento de reconocimiento y por que son mas del 50 % de la población de
ese país.
Ahora toca esmerarse con los mensajes que
queremos emitir a nuestras hijas, pero también a nuestros hijos, que por lo
visto queda mucho por hacer desde nuestras casas.