Es posible que nos parezca algo añejo y poco “progre” pedir
desde la izquierda una regeneración ética
a la vez que un rearme moral.
Es cierto que puede sonar al oído no acostumbrado como un discurso
raro y sospechoso que esta petición no salga del discurso conservador y
catolicón de un personaje trajeado, repeinado, con unas cuantas pulseras con
los colores rojigualdas y cierto tonito de superioridad en su discurso
.
Muchos de l@s votantes creyeron que con sólo confiar su voto
a la derecha, España pasaría a ser el paraíso del empleo y la estabilidad
económica. La realidad es que desde que llegaron al gobierno, si, si, si, ya lo
sabemos: con mayoría absoluta (es que no se cansan de repetirlo como un “mantra”)
no dejan de aparecer noticias, noticiones y escandalazos relativos a blanqueos,
sobornos, tráficos de influencias, amiguismos, dinero negro, clientelísmos,
evasiones y chorizeos variados.
Es por ello que podemos y debemos reclamar para nosotros
ahora y nuestros hijos mañana una REGENERACIÓN ETICA Y UN REARME MORAL, así, en
mayúsculas y sin complejos con la seguridad de tener la razón de nuestra parte
para afirmar que no queremos ser cómplices de esta desvergüenza, de esta
sucesión de escándalos sin consecuencias ni sonrojos.
La regeneración ética rescata la costumbre de respetar el
trabajo y las opiniones de los antagonistas como si fueran las propias, reclama
el valor de la palabra dada y el cumplimiento de las normas que entre tod@s nos
hemos dotado.
El rearme moral, conlleva toda una carga de voluntad e
inamovible seguridad. Un férreo escudo ante la tentación de la corrupción como
ciudadanos y tambíén como personas comprometidas con nuestros ideales, con nuestra
moral desde la izquieda.