Aunque no soy de monarquías
en absoluto, me permito anclarme en la tradición para pedir a los Reyes Magos y
por adelantado algo muy sencillito, pero a la vez muy demandado:
QUIERO QUE ME TRAIGAN LA
DIMISIÓN DE WERT.
Por favor, por favor, por
favor, me he portado estupendamente este año y creo que ya me lo merezco.

De este Barriguitas
privatizador que ha entregado nuestros colegios e institutos al
emprendimiento empresarial.
Por que si en primaria ha
pasado con un Caterpilar recien estrenado, nos espera en secundaria un
“maquillaje tipo Señorita Pepis que va a dejar a ésta como las Monster
High.
Se temen lo peor en la Federación
de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos, sobretodo por
el caos e improvisación que provocará el retraso en la redacción de los
decretos de regulación correspondiente, lo que logrará que ni con una bici
nuevecita, lleguen a definirse los curriculos, ni las programaciones a tiempo
para miles de alumnos. Tal y como sucedió en Primaria.
Con los directores jugando a
las profesiones y pasando a ser gerentes empresariales a tiempo completo, la
labor pedagógica hay que buscarla como en el Quien es Quien.
El año que viene prometo
portarme mucho mejor para poder pedir varios miles de profesores y profesoras
con plaza fija y sueldo digno.