Acaban de publicarse los datos del barómetro CIS sobre intención
de voto y valoración de líderes políticos y resulta que la mejor puntuación la
ostenta Rosa Diez, recogiendo además votos que pierde el PP.
Bueno, a sus modelos de líneas impecables, sus gafas cool
siempre a juego y sus bolsos de firma, ahora añadimos su alta valoración como
líder por parte de muchos y muchas españoles. Estupendo adorno para una velada
a dos entre PP y UPyD.
En su unión con Foro Asturias para tener grupo
parlamentario, ya demostró no tener remilgos políticos en según qué casos y
siempre que le reporte beneficio. Les une al partido fundado por Álvarez Cascos
tener un largo recorrido político y salir rebotados de otras formaciones en las
que también ejercieron como ideólogos y tecnócratas.
Lo digo por la brisa fresca que algunos pueden creer que
aporta la formación de Rosa Diez a la política: diputada foral por Vizcaya
(1979-1983), Vicepresidenta de las Juntas Generales de Vizcaya (1983-1986) diputada
del Parlamento Vasco (1986-1991), Consejera de Comercio, consumo y Turismo en
el Gobierno Vasco (1991-1998), Europarlamentaria (1999-2007), todo ello con el
PSOE, e incluso candidata a la Secretaría General de este partido, en 2004.
Todos cargos de alguna enjundia que diría mi abuela y de poca militancia de
base.
Es cierto que de sus entrevistas, de su lenguaje y de su
actitud cabreada con el mundo en general, pudiera deducirse que es la única que
tiene ideas y que además nos dejará que la ayudemos a ponerlas en práctica. Puede
parecer además, que la aspiración de UPyD sea la de dominar el espacio político
del centro, ese centro en el que cualquier ideología tiene manga ancha, ese centro
que es el paraíso de los buscadores de votos, ese centro que creen está
instalado en la mayoría de los cerebros españoles; pero de la lectura atenta de
su programa y la revisión de sus declaraciones podemos sacar por lo menos tres
conclusiones:
1. Poco o ningún respeto por el estado de las autonomías,
es decir Nacionalismo español como bandera. Abogan por la Restauración del
Sistema Nacional de Salud y la atribución al estado de todas las competencias
en Educación, Justicia …así a bote pronto.
2. Ocurrencias variadas, nada estudiadas en educación,
sanidad y cultura. Por poner un ejemplo pretende poner a disposición “todo”
el fondo archivístico y bibliográfico español en Internet y cobrar por uso. Sin
tener en consideración el disparate que significa hablar de volcar todo el
patrimonio archivístico y bibliográfico en Internet (licencias, expertos,
volumen del volcado, clasificación y categorización, licitaciones, coste,
estado de los fondos…vamos una barbaridad impensable) en la actualidad este
patrimonio está a disposición de los ciudadanos por que es SUYO y aunque el
gobierno de Esperanza Aguirre pretende cobrar por utilizar las bibliotecas
públicas, no se trata de una práctica ampliamente aceptada para fomentar la
cultura precisamente.
3. Disposición al pacto hasta con el diablo, junto a PP
y CIU (en ocasiones si son capaces de unirse a los nacionalistas en clara
oposición con las idea de Estado que promueve UPyD) se muestran contrarios a la
revisión de la asignación de IRPF para la iglesia Católica y llevan a declarar
a Rosa Díez, que modificar el sistema de financiación de la Iglesia tendría
"efectos perversos" al dejar "en peor posición" a la
institución católica respecto a otras confesiones religiosas.
¡Claro, pobre Iglesia católica que necesita que la defienda UPyD para no ser denostada económicamente y no perder un ápice de sus privilegios¡.
Lo triste del asunto es que los mismos votantes que dejaron de leerse el
programa del PP que la verdad tampoco decía mucho de las medidas que
perpetrarían, dejarán de leerse el de UPyD y así nos lucirá el pelo cuando
aparezca Rosa Díez con sus zapatos de piel de canguro y bolsos de Luis Vuitton a
ofrecer un programa tan tibio e insustancial que se adapta tanto para un roto
como un descosido (así acabo enlazando con la moda).
¡Claro, pobre Iglesia católica que necesita que la defienda UPyD para no ser denostada económicamente y no perder un ápice de sus privilegios¡.