Resulta que esa adhesión y fervor repentino, que llenará previsíblemente
las clases de religión de alumnos dispuestos, (veremos cuantos) no es por el
tirón mediático y espiritual de Benedicto equis, uve, palito (XVI)….es mas bien
por apurar y redondear la nota final en las calificaciones de junio; puesto que
los alumnos que cursen “Catolicismo” (única religión que se verá en la
asignatura) lo tendrán más fácil que los alumnos que cursen “Valores culturales
y sociales” en primaria y “Valores éticos” en secundaria.
Supone el Sr Wert, que los alumnos convenientemente
adoctrinados en catolicismo vienen de fábrica con una formación sólida y eficaz
en valores culturales, éticos y sociales y por el contrario los que no son
adoctrinados por los emisarios del arzobispado desconocen y les es muy conveniente
estudiar y evaluar de manera estricta y periódica unos valores que también
definirán y elaboraran los gestores católicos en el contenido de las
asignaturas no católicas.
En cambio, los niños y niñas criados a los pechos de Benedicto
XVI y sus colegas, con aprenderse el catecismo y saber recitar las consabidas
oraciones, van que chutan para ir por el mundo como abanderados de la justicia
social y la equidad que el PP y el Opus requieren para sus numerarios y
simpatizantes.
Mientras los alumnos y alumnas que No cursan Catolicismo en
la escuela pública, se vean obligados a salir dos horas como mínimo de sus
aulas a la semana y a la vuelta encontrarlas adornadas con imágenes de niños
con aspiraciones divinas, su santa madre y su padre de adopción es imposible
hablar de valores éticos, culturales y sociales de igual a igual.