Es muy fácil, siguiendo los pasos de esta sencilla GUÍA DE BLANQUEO:
Primero se reúnen todos los "Bin Laden" ganados en el desarrollo de ilícitas actividades y de los que hasta este feliz momento no se ha podido explicar su procedencia.
Segundo se introducen en una o varias maletas (el número depende de los años que se hayan tardado en reunir y el volumen de los servicios prestados por la empresa o empresas no inscritas en ningún registro mercantil).
Tercero, cargado pero satisfecho y armado con la mayor naturalidad del mundo se encamina uno/una al banco mas cercano.
Cuarto, es muy importante al cruzar el umbral mostrar una sonrisilla displicente hacia las demás personas que se encuentran en ese momento actualizando sus cartillas de ahorros o pagando sus recibos. Esta mueca es fruto de la certeza de que jamás en toda su vida serán capaces con sólo su trabajo de lograra unos privilegios y un trato similar.
Por último, se ingresa la "pasta" en una cuenta corriente situada en cualquiera de los bancos (nacionalizados o no) y ellos mismos y sin ningún tipo de impedimentos se ocupan de quitar todas y cada una de las manchas de sangre, drogas, tráfico de influencias, mercancías y personas. Se puede entrar en una sucursal cargado con lo más miserable y hediondo que puede proporcionar el dinero y se sale por la puerta tan lustroso y resplandeciente como un recién nacido.
Tu, yo, nosotros, vosotros, los simples mortales en resumen, hemos tenido que rendir cuentas de nuestras actividades al Ministerio de Hacienda recientemente y nos sentimos tan, tan, tan contentos si nos sale a devolver que hasta nos tomamos unas cañas para celebrarlo.
El, ellos, ellas no han tenido que rendir cuantas de sus actividades al Ministerio de Hacienda y también se sienten tan, tan, tan contentos.
